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¿Alguna vez ha tenido la experiencia de estar tan profundamente inmerso en un proyecto que perdió la noción del tiempo? Las investigaciones muestran que esos son los momentos en los que somos más felices: cuando estamos utilizando nuestras habilidades y capacidades naturales. Como coach de negocios con más de treinta años de experiencia, lo he visto en acción, una y otra vez: las personas tienen éxito cuando se ponen en una posición que realmente les permite usar sus habilidades y capacidades naturales.

¿Porque decidió seguir la carrera de coaching? Una de las razones más probables es querer tener un impacto real, positivo y duradero en las vidas de sus clientes. Desafortunadamente, muchos de los enfoques que los coaches utilizan actualmente en su trabajo no tienen este tipo de efecto duradero, por la simple razón de que se centran en lo que los clientes actualmente no hacen bien, en lugar de en lo que sí hacen.

Cuando niño, ¿qué soñaba ser cuando llegara a ser adulto?

Puede parecer obvio, pero antes de poder encontrar el trabajo que realmente desea, tiene que saber lo que estaba buscando.

¿Por qué tantas personas pasan por la vida sintiéndose infelices, insatisfechas y no realizadas? Creo que, en muchos casos, es porque les han enseñado a suprimir su ser fundamental – los rasgos únicos que se combinan para hacerlos quienes realmente son.

Si usted es como la mayoría de las personas, cada enero hace algunas resoluciones de Año Nuevo: “Este es el año en que voy a... perder esos 10 kilos que tengo de más, finalmente organizarme, dejar de ver tanta televisión, etc., etc.” Pero si es como la mayoría de las personas, cuando llegas a mediados de febrero (o incluso antes), todas sus buenas intenciones, dedicación y fuerza de voluntad han sucumbido a la implacable fuerza de su rutina diaria.

¿Qué se necesita para que 800 personas trabajen juntas en un proyecto con un mínimo de fricción? En 1983, eso es exactamente lo que mi socia Lynda-Ross y yo estábamos tratando de averiguar. Cuando conocí a Lynda-Ross, ella estaba gestionando un gran proyecto de desarrollo de sistemas a largo plazo para una importante corporación y estaba buscando herramientas para ayudar a las personas que trabajaban en el proyecto a mantenerse motivadas, reducir conflictos y desempeñarse al máximo de su capacidad.

¿Por qué algunas personas prosperan en el trabajo que hacen mientras que otras parecen miserables? A lo largo de mis años como coach empresarial y consultora, esta pregunta siempre me fascinó. A nivel práctico, siempre traté de ubicar a las personas en el trabajo "adecuado" para ellas. Pero descubrir qué es "adecuado" era un proceso de prueba y error, solicitando opiniones a las personas sobre lo que deseaban y luego observando sus desempeños. No fue hasta que mi socio Gary y yo desarrollamos la Evaluación de Estilos de Percepción que descubrí una forma confiable de ayudar a las personas a alinear sus talentos con las tareas en cuestión.

Suena fácil – conocerse a uno mismo. Debería ser algo natural, ¿verdad? Conocer y entender quién eres es un proceso que dura toda la vida, que comienza en la infancia, en el patio de recreo, cuando empiezas a aprender dónde encajas. Pero dónde encajas como emprendedor es una pregunta completamente diferente. La mayoría de las personas inicia un negocio porque tienen un área de especialización. Si están en sintonía con quiénes son realmente y qué les hace felices, es probable que esta área de especialización sea también un área de profunda pasión personal.

Los coaches tienen el honor y el privilegio de trabajar con una amplia gama de clientes en una variedad de contextos diferentes. Ya sea que el contexto de ese coaching profesional o personal, los clientes revelan cómo es la vida desde su perspectiva única. Lo que puede ser fácil para un cliente es una lucha constante para otro. Lo que parece una oportunidad para un cliente se siente enormemente intimidante para otro… y la lista de diferencias continúa.

La mayoría de ustedes, estoy seguro, conocen la escena: A medida que diciembre avanza, nos preparamos para reunirnos con miembros de la familia para celebrar las fiestas. Puede que te prepares con temor, con anticipación alegre o con una mezcla de ambos, pero lo hacemos cada año y rara vez nos preguntamos, “¿Por qué?” Recientemente, mi sobrino de 21 años me planteó esta pregunta, y me he sentido bastante intrigado en mi búsqueda de una respuesta.